La nomofobia es un trastorno o miedo extremo al estar sin disponibilidad tecnológica, incomunicado o sin el dispositivo móvil. Una condición del siglo XXI y que en los últimos años ha traído consecuencias negativas. Conoce qué se debe hacer para superarla.
La nomofobia es un acrónimo que combina las palabras “no-mobile-phone phobia” y que significa de manera literal “fobia a no tener teléfono móvil”. En general, crea ansiedad en la persona que utiliza dispositivos móviles.
Este trastorno se encuentra asociado con el uso excesivo o extremo al teléfono, equipos móviles y la conectividad tecnológica. Siendo una condición que se incrementó más a partir de la aparición de los Smartphone o dispositivos inteligentes.
Una persona nomofóbica además de tener dependencia, adicción y miedo por no contar con la tecnología, sufre de otros problemas que a la larga terminan por afectar su mente y su organismo.
Incluso la imprudencia en ellos está a la orden del día. Al usar en exceso el dispositivo les puede no solo acarrear problemas a ellos como accidentes y caídas al ir distraídos, sino también poner en riesgo la vida de otros. Pero conozcamos más sobre la nomofobia como sus síntomas, factores, causas, consecuencias y tratamiento.
Síntomas de la nomofobia
Si bien aún no está declarada una condición patológica o relacionada a un trastorno compulsivo o del comportamiento, lo cierto es que la nomofobia es consecuencia del uso exagerado y exacerbado de los dispositivos móviles y cualquier otro sistema o tecnología relacionada a ellos. Lo más curioso es que lo pueden utilizar para todo menos para llamar.
Para dar un ejemplo sobre la conducta de una persona nomofóbica, es alguien que si olvido su móvil en algún lugar o se encuentra en un sitio (casa u oficina), y se da cuenta de eso. Empieza a sentirse mal, se comunica o llama a alguien para que se lo lleve. También le puede suceder si por alguna razón no cuenta con conexión a Internet, está fuera de cobertura, se le haya agotado la batería o no cuenta con algún enchufe para recargarla. Se angustia, paraliza, siente miedo, está sufriendo de nomofobia.
Esta causa una infundada sensación de pérdida de la comunicación como no es tener su dispositivo a la mano o la carencia de los recursos para activarlo. En este sentido, estas personas pueden presentar síntomas como:
- Pensamientos obsesivos.
- Emociones desbordantes.
- Elevada angustia, preocupación y hasta taquicardia.
- Pérdida del sueño.
- Ansiedad constante.
- Ataques de pánico o alto estrés.
- Depresión, desorientación y aislamiento.
- Disminución de la concentración.
Y estos son solo los problemas emocionales, también se presentan y afectan la parte física como: dolores de cabeza o estómago, problemas de la vista (por la cantidad de tiempo expuesto a la pantalla), incremento de dolores o molestias corporales al estar mucho tiempo sentado, de cuello (mala postura) o muñecas y codos (síndrome del túnel carpiano), temblores o dificultad para respirar.
Ahora bien, estos síntomas vienen acompañados por comportamientos en extremo exagerados hacia el uso de la tecnología como son:
- Estar constantemente mirando el móvil.
- Evitar apagar el móvil (nunca lo hacen) en ningún momento.
- Sentir extrema inquietud si por algún motivo no se tiene acceso a la información desde el celular.
- Perder horas del sueño solo por estar conectado o activo por horas a las redes sociales u otras aplicaciones.
- Utilizar dos o más dispositivos móviles.
- Sentir angustia o preocupación si no se encuentra en contacto con familiares y amigos con frecuencia mediante el celular.
- Evitar quedarse sin batería o cargadores y estar siempre pendiente de buscar un enchufe para recargarlos con el fin de mantener el uso constante del celular.
- Estar preocupado si hay o no cobertura en un lugar, o incluso no querer ir a ningún sitio, pensando solo si hay o no conectividad.
- Sentir miedo en extremo o preocupación por la falta de Internet o WiFi.
- Tener gastos o contraer deudas a causa del mantenimiento del móvil, o cambio constante de un equipo a otro.
Estas condiciones suelen presentarse recurrentemente en niños y jóvenes, aunque los adultos no escapan de la nomofobia. Este último juega a la imprudencia al mantener la interacción sin parar con los dispositivos tecnológicos, por lo que estar viendo el móvil mientras camina o conduce el automóvil, es algo muy grave, poniendo en riesgo y peligro su propia vida como las de otros.
Como toda fobia, este comportamiento termina por hacernos dependiente de un aparato, y que al no tenerlo genera en las personas miedo extremo e irracional. Lo que va obstaculizando la vida diaria, especialmente cuando el uso del dispositivo no es de inmediato.
Si piensas que eres tú solo o el único que puedes padecer nomofobia, te equivocas. Ya hay estudios que confirman que existen una gran cantidad de niños, jóvenes, (de distintos niveles educativos), profesionales como maestros, obreros, médicos o enfermeros que padecen este problema. Consecuencias que aparecen cuando sustituyes relaciones de persona a persona por las relaciones en línea.
Personas nomofóbicas
Existen varios factores o causantes de esta condición pero, ¿Quiénes son las personas que son más susceptibles a sufrir de nomofobia? justo aquellas que puedan presentar extrema timidez o inconveniente de comunicarse con otras personas, limitante o dificultad de estar informado, no querer renunciar a la comodidad, evitar perder la conexión.
Y es que la nomofobia afecta a la personalidad y autoestima del individuo de una manera negativa, creando estrés, ansiedad o afectando las relaciones personales, laborales o los estudios (como es el bajo rendimiento académico).
Si bien podemos todos tener algo de nomofobia, tenemos el caso de personas que pueden trabajar constantemente con la tecnología y estar expuestos a conexiones, aplicaciones, plataformas y dispositivos. También, destacan aquellas con sensibilidad a comportamientos:
- Obsesivos compulsivos.
- Cantidad de horas de uso de la telefonía móvil.
- Malos hábitos (falta de sueño, dejar de comer o comer usando el móvil, ir al baño con el dispositivo, por cierto, altamente peligroso para la salud a consecuencias de las bacterias que pueden transmitirse por medio del contacto del celular a la comida, a la boca, etc.).
- Edad (adolescentes entre 12 a 16 años) tienen mayor prevalencia a padecer nomofobia.
- Padecimientos que pueden verse afectados o incentivados a permanecer por causa del desarrollo de esta fobia.
- Pérdida del tiempo y bajo rendimiento laboral y de estudio.
- Mayor distracción.
Cabe mencionar, que aún se requieren estudios sobre este comportamiento, y observar si puede ser catalogada o no dentro de alguna de las patologías comunes que se han originado en los últimos años, en especial luego de la explosión digital.
Las tecnopatías
Hay que tener en claro que existen “otras enfermedades” relacionadas a la tecnología y que han sido denominadas como las tecnopatías (físicas y neurológicas), entre ellas:
- “FOMO (FEAR OF MISSING OUT)” que es el miedo o preocupación a perderse algo en las redes sociales.
- “Vibración fantasma”. Creer que nos han enviado algunas alertas o activado una vibración del móvil, pero que nunca paso.
- “Apnea de WhatsApp”. Es la comprobación compulsiva y constante en el que se revisa y se busca mensajes nuevos en dicha aplicación.
Consecuencias de padecer este trastorno irracional
Se hace evidente que tanto síntomas como causas generan las consecuencias de nomofobia. Podemos decir que es una combinación del miedo a la falta de la tecnología o dispositivo móvil como la adicción incontrolable y dependencia absoluta del celular.
Esto al final va afectando relaciones reales e interpersonales, incluyendo la pérdida de la empatía. Y por supuesto, las complicaciones asociadas a temas de salud. Otro punto que puede generar la nomofobia es el aislamiento. Está más que claro que el uso excesivo de dispositivo y tecnología nos alejan de relaciones tangibles, familiares, amigos, pareja, hijos o compañeros de trabajo.
Esto nos evita aceptar la verdadera razón del comportamiento nomofóbico, que es la atención emocional y social que buscamos a través de un equipo tecnológico en vez de las verdaderas (cara a cara).
¿Cómo puede ser tratada la nomofobia?
¿Existe tratamiento para una condición que aún no se encuentra totalmente diagnosticada? La verdad es que se requiere de apoyo como toda fobia y adicción. No somos médicos ni especialistas en salud mental. Pero más allá de lo evidente, no estamos en la capacidad ni autoridad de plantear un tratamiento.
Sin embargo, existen recomendaciones y sugerencias para evitar que esto nos suceda o si ya presentamos algunas señales se afronten y se controlen de manera eficaz. Nadie dijo que era fácil. Entre estos consejos se encuentra la terapia conductual.
Aunque esto debe ser indicado por el especialista, sea un psicólogo, psiquiatra o experto en salud mental. Suelen ser sesiones específicas y cortas. Y que además han resultado ser efectivas en condiciones como la nomofobia. De todas maneras puedes iniciar e ir manejando tu adicción o fobia al:
Controlar el uso del móvil
Es clave si se quiere bajar la cantidad de horas de uso y aprender a controlar la ansiedad paso a paso. Además, proponte metas como hoy voy a salir sin el celular, hoy no estaré conectada a las redes sociales, hoy no veré mensajes.
Tal vez un día completo se te haga cuesta arriba, comienza por dos o tres horas sin conectarte y vas aumentando. Hasta que logres un día entero sin mirar el celular. Luego ponte metas más largas, dos días a la semana (puede ser interdiaria) no me conectaré a mi dispositivo. Si te preocupa tus amigos y familiares, avísales para que sepan que ese día no vas a responder o que vas a estar ocupado.
Es una estrategia y al mismo tiempo una acción que no solo puede distraernos de tomar el móvil, sino de incrementar el afecto. La sociabilidad y buenas relaciones nos reduce el estrés (por lo tanto la ansiedad), genera bienestar, produce alegría y felicidad, disminuye las ansias y preocupaciones, minimiza padecer de enfermedades (especialmente las cardiovasculares). Se aprende a construir nuestra identidad, proporciona entretenimiento y diversión, además de prevenir que se tenga horas de “ocio”, con lo que se evita el contacto tecnológico.
Trabajar en la autoestima y en aceptarnos
Conocer nuestra valía es fundamental a la hora de superar adicciones y fobias. Po lo que potenciar y fortalecer la autoestima es importante. Se nos presenta beneficios de estabilidad emocional, asertividad, incrementa nuestra calidad de vida, se afronta fracasos y adversidades, motiva para alcanzar metas y objetivos como es no depender de un dispositivo móvil o de la tecnología para ser feliz.
Hacer otras actividades
La idea es alejar la mente de aquello que nos obsesiona, evitando así, que ese tiempo valioso se lo dediquemos al móvil. Hacer ejercicios, alguna actividad manual como tejer, cumplir con una visita pendiente, son acciones que nos alejan de tener los pensamientos concentrados en mensajes de textos, redes sociales, noticias e informaciones que seguramente no afectan de una manera tan directa la realidad de nuestras vidas.
Escribir o llevar un diario
No estamos diciendo que debes hacer un libro (aunque reconoce que sería fantástico). Pero si sientes ansiedad, miedo, estrés, cualquier incomodidad. Ponte a escribir. Registra lo que sientes, escribe datos sobre el uso que le das diariamente al móvil, analiza si eso es fundamental en tu vida. Escribe que miedos tienes y el comportamiento que presentas para evitarlos.
Esta actividad además de alejarte del contacto con el móvil, aumenta la concentración y te hace consciente del tiempo que le dedicas al dispositivo, por qué lo haces, qué te pierdes (experiencias, situaciones y actividades) dejas de disfrutar y compartir por el solo hecho de estar conectado.
Manejar el tiempo
Sabemos que hoy día muchas personas trabajan con los dispositivos móviles o vía remoto. Pero también esos trabajos suelen tener flexibilidad de horarios o incluso horas asignadas específicamente para hacerlo.
Así que, puedes ser responsable y cumplir con tus labores (en el tiempo asignado o en el horario que tú mismo consideres) y luego parar, hasta que debas nuevamente conectarte a trabajar. Igual para revisar tus mensajes o enviar correos electrónicos (sean laborales o personales), elabora un horario para eso.
Por ejemplo, de 2 a 4 de la tarde puedo revisar mis mensajes, o ver algo de las redes sociales (que por cierto, también cuentan con controles de horas de conexión),"llamar a alguien". Eso sí, debes detenerte cuando se cumpla el tiempo y no volver hacerlo, hasta que te corresponda.
Niños y adolescentes nomofóbicos
Este es un punto álgido.
- Solo en España casi un 90 % tienen Smartphone, ocupando el primer lugar en toda Europa.
- Son cada vez más jóvenes, comienzan a usar el teléfono móvil en edades que oscilan entre diez y catorce años. Y niños de dos a tres años usan de manera habitual el móvil de sus padres.
Esto nos lleva a ser más dependientes del dispositivo móvil ya de adultos. Hablamos que:
- Se revisa una media de unas 150 veces en el día.
- El tiempo dedicado a diario son casi 180 minutos.
- La nomofobia llega a estar en un 80 % más presente en los jóvenes.
Y es que efectivamente son los niños y jóvenes “nacidos en la era digital” los más afectados por la nomofobia y la probabilidad de alteraciones en el comportamiento como es la dependencia del dispositivo móvil, lo que supone algo preocupante.
Aunque actualmente se están tomando medidas para evitar el uso de los dispositivos móviles dentro de las instituciones educativas. Ya varios países las han implementado, alguno de ellos son Francia (pionero), Italia, China, Alemania (Baviera), Países Bajos, Finlandia, Suecia, Irlanda (Greystones).
En este sentido, la UNESCO está pidiendo a los colegios en todo el mundo que prohíban el uso de los teléfonos en las aulas. Por lo que Audrey Azoulay, su directora general expreso:
“La revolución digital encierra un potencial inconmensurable pero, al igual que se ha advertido sobre cómo debe regularse en la sociedad, debe presentarse una atención similar a la forma en que se utiliza en la educación”. “Su uso debe ser para mejorar las experiencias de aprendizaje y para el bienestar de estudiantes y profesores, no en su detrimento”. Término diciendo la directora.
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